Introducción
“Enseñanza Bíblica De Lo Que Tengo Te Doy” es un concepto que se encuentra en varios pasajes de la Biblia y tiene un significado importante en la vida cristiana. Esta enseñanza se basa en el principio de compartir y dar generosamente lo que tenemos, ya sea tiempo, recursos o habilidades, con los demás. En este artículo, exploraremos más a fondo esta enseñanza bíblica y cómo podemos aplicarla en nuestras vidas diarias.
El principio de dar
Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la Biblia enfatiza la importancia de dar y compartir con los demás. En Levítico 25:35, se nos insta a ayudar a los necesitados: “Si tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces vendrá su pariente más cercano y rescatará lo que su hermano vendió”.
En el Nuevo Testamento, Jesús enseñó sobre la importancia de dar en Lucas 6:38: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. Aquí, Jesús nos anima a dar generosamente, prometiendo que seremos bendecidos en abundancia.
Problemas relacionados con la enseñanza bíblica de “lo que tengo te doy”
1. El egoísmo y la codicia
Uno de los principales problemas que enfrentamos al aplicar esta enseñanza bíblica es nuestro propio egoísmo y codicia. A menudo, nos aferramos a nuestros recursos y nos resulta difícil compartir con los demás. Esta actitud egoísta puede impedirnos experimentar las bendiciones que vienen de dar generosamente.
Solución: Para superar el egoísmo y la codicia, debemos recordar que todo lo que tenemos es un regalo de Dios y que estamos llamados a ser administradores fieles de esos recursos. Debemos aprender a confiar en Dios y en su provisión, sabiendo que él suplirá todas nuestras necesidades.
2. Falta de confianza en la provisión de Dios
A veces, tememos dar generosamente porque no confiamos en la provisión de Dios. Nos preocupamos de que si damos, no tendremos lo suficiente para nosotros mismos. Esta falta de confianza puede limitar nuestra capacidad de experimentar la verdadera alegría y satisfacción que viene de dar a los demás.
Solución: Para superar esta falta de confianza, debemos recordar las promesas de Dios en la Biblia. Él nos ha prometido que suplirá todas nuestras necesidades y que nos bendecirá abundantemente cuando somos generosos. Debemos confiar en su fidelidad y dejar de preocuparnos por nuestra propia provisión.
3. Falta de conocimiento sobre cómo dar
Otro problema común es la falta de conocimiento sobre cómo dar de manera efectiva. A veces, podemos querer ayudar a los demás, pero no sabemos cómo hacerlo de la mejor manera. Esto puede llevar a malentendidos o incluso a hacer más daño que bien.
Solución: Para superar esta falta de conocimiento, debemos buscar sabiduría y orientación en la Palabra de Dios. La Biblia nos enseña sobre la importancia de dar con amor y compasión, y nos da ejemplos prácticos de cómo ayudar a los demás. También podemos buscar la dirección del Espíritu Santo y buscar consejo de otros creyentes maduros.
Ejemplos de la enseñanza bíblica de “lo que tengo te doy”
1. En el libro de los Hechos, vemos cómo los primeros cristianos practicaban esta enseñanza al compartir sus posesiones y recursos entre sí. “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno” (Hechos 2:44-45).
2. Jesús mismo dio un ejemplo poderoso de esta enseñanza cuando alimentó a una multitud de 5,000 personas con solo cinco panes y dos peces. En lugar de guardar los alimentos para sí mismo y sus discípulos, Jesús los compartió generosamente y fueron suficientes para todos (Mateo 14:13-21).
3. En 2 Corintios 9:6-8, el apóstol Pablo nos anima a dar generosamente y promete que seremos bendecidos en abundancia. “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.
Conclusión
La enseñanza bíblica de “lo que tengo te doy” nos recuerda la importancia de dar generosamente y compartir con los demás. Aunque enfrentamos desafíos como el egoísmo y la falta de confianza, podemos superarlos recordando las promesas de Dios y buscando su dirección en nuestras vidas. Al aplicar esta enseñanza en nuestras vidas diarias, experimentaremos la alegría y la satisfacción que vienen de dar a los demás y seremos bendecidos abundantemente por Dios.
Referencias: